¿Sabías que también puedes exfoliar tu cuero cabelludo? ¡Sí! ¡Tu cuero cabelludo! Esta zona también forma parte de la piel y al igual que el resto de ella, requiere cuidados especiales. Si nunca lo has hecho, es momento de poner manos a la obra.
Cuidar esta parte de tu cuerpo es muy importante, ya que es la responsable de la salud de tu cabello. Exfoliar ayuda a limpiar, remover células muertas, controlar el exceso de grasa y eliminar productos acumulados.
Conservar el cuero cabelludo limpio es primordial para garantizar una correcta oxigenación de los folículos pilosos y circulación sanguínea, factores fundamentales para que el pelo crezca sano y fuerte. Además, muchos problemas como la picazón o caspa pueden prevenirse o evitarse con esta rutina.
¿Cómo exfoliar el cuero cabelludo?
Hay que tener en mente que la piel de esta área es muy delicada, por lo que antes de hacer la exfoliación es necesario evaluar el estado del cuero cabelludo. Es importante identificar si está seco o graso y en base a eso elegir la combinación de ingredientes perfectos para lo que necesita la piel.
Y porque somos amantes de productos naturales, te compartimos exfoliantes caseros para que puedas cuidar tu cabello con ingredientes que tienes en casa:
- CAFÉ: Los granos de café ofrecen la textura perfecta para una exfoliación, pero necesitan de un elemento que facilite el masaje. Te sugerimos mezclarlo con aceite de coco, el que además servirá como acondicionador.
- ACEITE DE OLIVA EXTRA VIRGEN Y AZÚCAR: El aceite de oliva extra virgen es extremadamente hidratante y en combinación con el azúcar, crean un exfoliante perfecto para el cuero cabelludo seco.
- AVENA Y AZÚCAR MORENA: La avena contiene propiedades calmantes e hidratantes que, mezcladas con la acción conjunta del azúcar morena, ayudan a la renovación de la piel, al mismo tiempo que hidrata y da brillo al pelo. Perfecto para el cuero cabelludo seco.
Una vez que tengas la mezcla lista, debes cepillar el pelo en seco. Luego, humedecer el cabello y aplicar el exfoliante con pequeños masajes, de forma circular, siempre usando la yema de los dedos.
Recuerda lavar bien el pelo cuando termine el proceso, para asegurarse de eliminar cualquier residuo que haya quedado.
¡Pruébalo, tu cabello lo agradecerá!